martes, 26 de febrero de 2008

Pelitos de platino sobre los huesos

Un barco.
Gente de televisión, de universidades auspiciadas, dueños de bares justos, camarógrafos en flor, reinas sin aviso y un viaje de fantasía baja.
Nalgas herradas sobre músculos largos y densos, dispuestos a cualquier flexión.
-Hola, trabajo en la tele. Soy productor. Vos?
-Yo soy linda y nunca salgo fuera de foco.

Larvas

Apuntándolo con sus legendarias seis tetas azules, lo amenaza: - O cogemos ahora o mis larvas abandonan el servicio.

-No es que no quiera coger. Es un cortejo de tiempos distendidos el que se atiende en mi planeta. -Tampoco hay larvas en servicio. Aunque eso lo podés apreciar como una carencia cultural.

Vestigio

Los marcianos le dijeron: -¡Estás enamorado!-. Él, preguntándose por algún vestigio humano, quiso saber de los sentimientos ajenos a su galaxia. Sirviendo a su condición de espécimen novedoso, lo mordieron, arrancándole parte fundamental de los genitales. Debajo de su sangre escuchó, en marciano correcto pero atragantado: -¡Está enamorado!-.

domingo, 24 de febrero de 2008

Cuando era imberbe Y pobre...

...Van Damme compró el conjuro del feldespato (en un luggbar de LAX) Desde ese día Jean Claude consumió compulsivamente chutes gordos de feldespato, que sorbió por el culo con la ayuda de una bombilla sorda. Progresivamente la carrera del joven fue convirtiéndose en una pareja sucesión de éxitos grandes, fracasos torvos, desastres económicos y alicientes de taquilla. Siempre esquivando la calidad actoral, producciones dignas y denostando cualquier arte marcial, Van se convirtió en un ícono que revuelve y cuestiona el entretenimiento ochentero, y más. Ya en los dosmiles y con los esfínteres cansados, en plena abstinencia, de todos modos no se hace auspiciosa una presencia auspiciosa de este aventurero caro al celuloide.
No está de más lanzar desde acá una caricia de advertencia sobre los defectos del feldespato.

lunes, 11 de febrero de 2008

Ole Pig.

El tren se levantó desde las pistolas grandes de Ole Pig. Otro asalto para la Pelvis Díscola de Río Bravo. No tiraba muy bien; lo suficiente para mantener con dignidad una carrera de diez años como asaltante de caminos.
Lo que afianzaba el terror de los ciudadanos constituídos era la fama de Ole Pig entre las mujeres de bien. Su cabeza tenía precio, claro, pero la de su entrepierna se hacía invaluable en los corrillos estamentales y en las sábanas limpias de todo el oeste.
Ole Pig sumaba las contradicciones de su instinto salvaje implacable armado en una niñez campesina cerca de las reservas, durante la conquista del desierto, a una educación sexual temprana y azarosa entre damas refinadas del Este, a quienes protegió con todas sus pistolas durante su primera adolescencia, de la que tuvo que salir disparando hasta Virginia, perseguido por una manada de cornudos que le buscaban tumba.Poco más se sabe de él; anduvo entre hongos en el desierto mexicano durante dos estaciones, atemperando su popularidad. Esos meses le dieron cierta lucidez en la aplicación de sus partes. Pero no sirvió de nada.
Artem Murchison lo ultimó con una espuela, mientras montaba a su esposa. Ole a la esposa de Artem, vislumbra la historia.

METRO Y MEDIO.

Atacado por una mujer de metro y medio de ancho, Conrado usó la experiencia para dotarse; virilidad, valentía y supervivencia afinaban su relato.
Pero el colchón cortado, almohadas voladoras y los flujos en el ventilador de techo aportaron una celebración de estrógeno central.
Conrado fue, durante seis horas, el apéndice fugaz de una ninfomanía legendaria.

viernes, 1 de febrero de 2008

ÁREA MATERIAL 51

UN ZIRCÓN EN FORMA DE PLATO BAJÓ AL LADO DE MI MOCHILA. SE ABRIÓ Y SALIÓ UN ANTROPOMORFO (SIC, SIC) VERDE QUE ME DIJO: -CÍNICO, ESTE ES TIEMPO GEEK!

EL ZIRCÓN DESTELLÓ, GIRÓ, SUBIÓ HACIENDO EL SONIDO AGUDO. TODOS LUGARES COMUNES. SALVO EL ZIRCÓN Y LA FRASE.
MIENTRAS TERMINABA UN CAFÉ DE PLAZA ESPERÉ QUE VOLVIERA Y ME DIJERA: "Y ACORDATE, CÍNICO; CLETU VERRATA NICTU." NO SUCEDIÓ, ASÍ QUE ESTUVE ATENTO EL RESTO DEL DÍA. PERO NO NOTÉ NADA.
ME DORMÍ, CONFIANDO EN LOS VIRUS TERRESTRES.